Más de veinte años hace
Que no se mueve el viento…
Incluso el discurrir de los pasos paralizó su ser.
No hay brisa, ni esperanza,
Ni una luz atenuada
Asomando bajo la profundidad de la tierra.
El mismo oxígeno de antaño se pudre
Ante el envejecer de los instantes,
Y mientras… el polvo ennegrecido
Es el único en transformar su ser.